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¿Sensación de malestar en el rostro? ¿Problemas para masticar? ¿Dolor punzante y persistente en la cara o en la frente? Sigue leyendo. Podrías estar experimentando síntomas comunes del dolor facial. Si quieres saber qué es, por qué se produce, los signos y tratamientos, que es más común de lo que muchas personas creen, no te despegues de la pantalla.
Con esta información, encontrarás explicación y solución a ese malestar que tanto te aqueja y no te deja dormir, estudiar, trabajar o desempeñar tu vida diaria con normalidad.
¿Qué es el dolor facial?
Cuando hablamos de dolor facial, también conocido como algia facial, nos referimos a un síndrome doloroso localizado en las estructuras cráneos faciales. Es una enfermedad caracterizada por molestia intensa y punzante en las zonas que conforman el rostro. Incluyen: nariz, cavidades paranasales, cuello, músculos de la cabeza, estructuras intraorales, ojo, oído y todo lo relacionado con la articulación temporomandibular. El malestar puede manifestarse en uno o en ambos lados de la cara, en menor o mayor presión, dependiendo de la causa.
Causas del dolor facial
No hay una única causa para el algia facial. A veces puede ser provocada por patologías neurales periféricas, centrales o intraorales, y otras por lesiones o infecciones.
Aquí algunas de las razones más comunes:
- Trastornos dentales. Caries, infecciones dentales, abscesos o problemas con las encías.
- Sinusitis. La sinusitis, y otros trastornos de los senos paranasales.
- Lesiones. Golpes, fracturas óseas, contusiones o heridas en la zona de la cara.
- Migrañas. Algunas personas experimentan dolor facial durante un episodio de migraña.
- Trastornos temporomandibulares. Patologías que afectan a las articulaciones temporomandibulares y los músculos que controlan el movimiento de la mandíbula.
Síntomas del algia facial
La enfermedad se caracteriza por presentar un amplio abanico de síntomas. Estos son algunos de los signos que podrían estar relacionados con el síndrome doloroso del rostro y la cabeza:
- Dolor. Muchas personas lo describen como una sensación sorda, intensa y punzante que varía en términos de intensidad desde leva hasta severo, que puede sentirse en uno o ambos lados de la cara.
- Ataques espontáneos de dolor. Sensaciones de dolor ocasionadas por actos como tocarse el rostro, masticar o lavarse los dientes.
- Sensibilidad. La zona afectada por el trastorno puede volverse sensible y causar molestias.
- Hinchazón. También se puede inflamar como respuesta inmunológica.
- Limitación del movimiento. Es uno de los síntomas más comunes. Restricciones en los movimientos de la mandíbula, la cara y el cuello.
Diagnóstico
Para realizar un diagnóstico certero, hay que prestar mucha atención a los detalles. En todo caso, debe encargarse un médico cualificado a través de una consulta y exploración del área afectada.
Tratamiento del dolor facial
Al igual que no existe una causa o síntoma general, tampoco hay un tratamiento mágico para el dolor fácil. Dependerá de la causa, los signos y la intensidad.
Se puede atacar de diversas manera, como:
Medicamentos
Los analgésicos de venta libre, como el paracetamol y el ibuprofeno, ayudan a aliviar el dolor leve y moderado. En caso de experimentar dolor crónico o neuralgia del trigémino, se recomienda usar analgésicos más fuertes, anticonvulsivos y antidepresivos. Finalmente, los medicamentos para causas específicas, como antibióticos para infecciones, forman parte de la receta contra el dolor facial.
Fisioterapia
La terapia física es uno de los tratamientos más comunes del algia facial. Son técnicas manuales y físicas para calmar el malestar del dolor orofacial y la disfunción temporomandibular. Puedes buscar ayuda en un instituto craneomandibular para aliviar o eliminar el dolor. La fisioterapia atm barcelona también es de gran utilidad para atacar causas subyacentes.
Tratamientos dentales
En caso de problemas dentales, como caries o infecciones, se puede requerir un tratamiento dental especifico, como empastes, endodoncia o extracciones.
Cirugía
La cirugía se considera el último recurso en cuadros graves o crónicos. Por ejemplo, una descompresión quirúrgica para aliviar la presión generada por una neuralgia del trigémino resistente a los medicamentos.